miércoles, 27 de febrero de 2013

Esquema de trabajo de intervención

LA FAMILIA COMO PROCESO EDUCATIVO
 
 
Para que las familias trabajen en sociedad con las escuelas, éstas deberán proveerle las oportunidades y el respaldo necesario para lograr esta participación. Muchas veces la escuela espera que las familias lo hagan todo por su propia cuenta.
 

 
 
Una sociedad escuela-familia efectiva requiere una continua colaboración mutua, el apoyo y la participación del personal escolar y las familias, tanto en el hogar como en la escuela, en actividades que puedan afectar directamente el éxito del aprendizaje del niño.

 
 Estrategias de intervención  
 Superar las limitaciones de tiempo y recursos. Las familias y los miembros del personal escolar necesitan tener tiempo para conocerse entre sí. También necesitan tiempo para planificar su trabajo conjunto y aumentar el aprendizaje del estudiante, y ejecutar sus planes. Los programas exitosos consiguen tiempo y recursos para que los maestros y padres puedan desarrollar una sociedad escuela-familia.
Proveer información y entrenamiento para los padres y el personal escolar. La falta de información y habilidad para comunicarse entre ellos, puede ocasionar el mal entendimiento y desconfianza entre los padres y el personal escolar. Los padres deben aprender a trabajar junto con los niños para ayudarlos en la escuela, a través de talleres y una serie de actividades de mayor alcance, tales como boletines informativos, manuales, y visitas a domicilio.
 
 
Reconstruir la estructura escolar para dar respaldo a la participación familiar. El desarrollo de la escuela-familia implica la total participación de la escuela y no de un sólo individuo o programa. Las escuelas pueden efectuar cambios con el fin de crear un ambiente más acogedor y más atractivo para los padres, y lograr que ellos se incorporen y colaboren con la educación de sus hijos.
 
Superar las diferencias escuela-familia. Las diferencias de idiomas, culturas y habilidad educacional que separan a las familias del personal escolar, pueden todas éstas dificultar la comunicación y participación familiar en las actividades escolares. Estrategias enfocadas a estas diferencias incluyen un mayor alcance a los padres con poca educación formal, servicios bilingues que traten con los diferentes idiomas y faciliten la comunicación tanto oral como por escrito con la familia, respecto a los programas escolares y al progreso del niño.
 
Acudir al apoyo de entidades externas para desarrollar sociedades. La colaboración y el esfuerzo para proveer a las escuelas y familias con las herramientas necesarias para facilitar el aprendizaje pueden incluir, asociaciones con negocios locales, con servicios de salud y otras agencias comunitarias, con colegios y universidades, así como el apoyo del distrito escolar y del estado.
 



 
Elaborado por:
 
Melina Elizabeth Núnez Castillo
Lilia del Carmen Sánchez Cervantes
Sheila Amairani Vázquez García
 

domingo, 24 de febrero de 2013


La familia es la primera institución que ejerce influencia en el niño, porque transmite valores, costumbres y creencias por medio de la convivencia diaria, determinando las experiencias que se dan en la primera infancia y los vínculos de apego que se dan en ella.

Asimismo, es la primera institución educativa y socializadora del niño, pues desde que nace comienza a vivir la influencia formativa del ambiente familiar.

La familia ofrece oportunidades suficientes para desarrollar las habilidades y competencias personales y sociales que permitan a sus miembros crecer con seguridad y autonomía, siendo capaces de relacionarse y actuar satisfactoriamente en el ámbito social. El desarrollo que se da es interactivo de forma que cualquier suceso que ocurre en uno de sus miembros repercute de una u otra manera en todos los demás.
 


Hay que considerar la importancia sobre la relación familia- escuela; cuando los padres participan en la educación de sus hijos, se obtienen beneficios, tanto para los padres como para el niño, pues frecuentemente mejora la autoestima del niño, ayuda a los padres a desarrollar actitudes positivas hacia la escuela y les proporciona a los padres una mejor comprensión del proceso de enseñanza.
 
En algunos casos los alumnos no cuentan con el apoyo en sus padres y es por esa razón que no tienen un buen desempeño escolar. Esto es debido a que algunos padres creen que es obligación de los maestros que los alumnos tengan un buen desempeño académico sin que ellos aportan algún tipo de ayuda a sus hijos.

Si los padres no valoran el aprendizaje, sus hijos difícilmente lo harán. Si los padres poseen actitudes que fomenten la superación, la independencia y la autonomía los hijos mostrarán mejores niveles de adaptación y aprendizaje y su desempeño académico será exitoso.
No se debe olvidar al grupo familiar en los planes de formación, en los trabajos en equipo y en el desarrollo de cada persona a través de implicación, compromiso y toma de decisiones.


El proceso educativo necesita mejoras que deben ir dirigidas a los padres con el propósito de concienciarlos que los responsables de la educación de los hijos son ellos, y que el resto de personas que conviven con los hijos diariamente, como por  ejemplo los profesores, complementan la educación que ellos deben darles.

Elaborado por:
Melina Elizabeth Núnez Castillo
Lilia del Carmen Sánchez Cervantes
Sheila Amairani Vázquez García